Alby, el narrador de este libro, está a punto de pegar a su hermana. Y eso sería romper la promesa hecha a su madre. El autor de este libro no es Alby, pero cómo se le parece. Y aquí, al igual que en la vida misma, el aburrimiento, la violencia, la humillación y el cariño tienden a confundirse. Se nos plantea una difícil cuestión en la vida del pobre: ¿y sobre esta vida de porquería, qué queréis que os diga?
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