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Este es el relato del abandono de la gran ciudad y del regreso a los sabores y lugares de la infancia, a un pueblo donde vivían mil doscientas personas y ahora solo quedan nueve, uno de ellos el hermano del autor. Esta obra es una rareza, un libro mágico, inagotable, que recoge como agua de lluvia, las visiones, maravillas y miserias de los últimos días de un puñado de ancianos en su aldea.
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