A los que sienten que el final de una civilización no es el fin del mundo; a los que ven la insurrección, sobre todo, como una brecha dentro del reino organizado de la necedad, la mentira y la confusión; a los que adivinan, detrás de la espesa niebla de "la crisis", un teatro de operaciones, maniobras y estrategias; esta modesta contribución a la inteligencia de este tiempo.
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