En el corazón de esta historia, que atrapa desde la primera página, se encuentran las complejas relaciones entre padres e hijos, los vínculos entre hermanas y los trastornos alimentarios. Pero, sobre todo, se explora el enorme impacto de las palabras que pronunciamos, ya que, como señala la autora, las palabras pueden herir o sanar, pues tienen «el poder que les otorgamos».
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