La navegación, más que una actividad de ocio, más que un placer, más incluso que un deporte, es una auténtica experiencia filosófica en la que el navegante solo puede confiar en sí mismo y ponerse a prueba para actuar en el momento oportuno. Obadia arroja algunas respuestas, pero, sobre todo, invita al lector a cuestionarse tanto su vínculo con el mar como su relación con la vida.
|